En 1ª Timoteo 2; 1-2, se nos exhorta a hacer plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por gobernantes y autoridades, para que vivamos en paz y tranquilidad y llevemos una vida piadosa y digna.
A partir de esta instrucción, la Comisión de Oración ha puesto en marcha un proyecto de oración semanal por dos de nuestros diputados.
Oramos también por la dignidad y el respeto a las personas, para la erradicación de todas las situaciones de trata, violencia y afrenta que están entre nosotros. La Iglesia debe tener un anhelo por cambiar las cosas y restaurar a las personas. La oración es su herramienta primordial.